lunes, 6 de septiembre de 2010

Entrevista a MAGA

"Para ser moderadamente feliz, tendría que vivir tres meses en cada ciudad"



A la hora del Sol no es un disco fácil. No para los seguidores de Maga, acostumbrados a un estilo polar, mucho menos luminoso de lo que nos tenían habituados. Quizás ahí reside la virtud más reseñable de este nuevo largo: su capacidad para convencer con el paso del tiempo, de hacer ver que estamos ante un gran trabajo de un grupo que, si no empieza de cero, sí lo hace desde abajo, tímidamente, para volver a crecer poco a poco, tras una crisis interna que ellos mismos denominan "parón técnico". Hemos hablado con Miguel Rivera y Javier Vega de buena mañana en las oficinas de Mushroom Pillow, su nueva agencia de promoción. Son campechanos, hablan sin grandes adornos y están contentos con el resultado de su nuevo disco. Y lo primero que cae, es, evidentemente el espectacular diseño del vinilo del disco, de lo más cuidado.

(Miguel) El vinilo es una de las cosas en las que la humanidad no involuciona. Volvemos a algo antiguo que e
ra mejor, una buena moda. Generalmente, se ponen de moda cosas peores, pero el vinilo suena mejor y además es precioso. Imagínate esta portada (de Juan Miguel Redondo) por cuatro... es para colgarlo en tu cuarto, tienes una reproducción del cuadro en tu cuarto por la puta cara.

¿Este disco tiene estructura interna también de vinilo?

Sí, de hecho el orden del vinilo es diferente al del CD.

(Javier) Nos gusta mucho la importancia que se le daba a la primera de la Cara B y la primera de la cara A.


(Miguel) Hicimos primero el orden para el vinilo y después lo modificamos ligeramente para el CD.

Para este nuevo disco, creasteis una gran expectativa de muchas formas diferentes: adelantos en vídeo desde el estudio, temas con cuentagotas en el My Space...

Crear expectativas por Internet es siempre positivo. Hay público que nos conoce, le gusta el grupo, pero también hay muchos que no sabían de nosotros y gracias a esa difusión nos han descubierto. Facebook es una herramienta que no habíamos manejado nunca hasta ahora. Por recomendación de Mushroom Pillow nos hicimos uno y es increíble, es como el efecto dominó. Lo que dices se ramifica de una manera casi infinita...

¿El disco se ha grabado íntegramente en directo? Es lo que se da a entender con los adelantos que publicasteis en su día en My Space.

(Javier) Está grabado totalmente en directo, salvo la voz. Lo hicimos tal y como se ve en los vídeos, con esa misma disposición. Lo que se ve ahí son los ensayos generales de las canciones, justo el día antes de entrar a grabar para escuchar el sonido de la sala, cómo nos colocamos...

Da la sensación de que es un poco frío el estudio. Estáis muy separados entre vosotros.

(Miguel) El sonido es muy cálido, nos sentimos como en casa en Spuntik (Sevilla). Quizás en el vídeo no se aprecie bien por la posición de la cámara, que iba rotando. Las voces, por cuestiones técnicas, no podíamos grabarlas con el resto, porque se metía todo. Ha quedado un buen reflejo de lo que puede ser en directo el grupo.

(Javier) Lo bueno es que después, ensayando las canciones, con los mismos instrumentos claro, sonaba al disco. Creo que es la primera vez que directo y disco van tan en conjunto, aunque evidentemente haya pequeños retoques.

Sal y otras historias es el single. ¿Azar?, ¿la canción más accesible de la colección?

(Miguel) El single muchas veces... ¿qué tiene que ser un single?: ¿el reflejo del grupo, de un disco?

Quizás utilizar un single como reflejo del grupo a estas alturas no es tan necesario como en otros casos...

(Javier) Sal es una canción que creo que no hubiéramos hecho hace unos años. Para nosotros es solo la punta de lanza de las nuevas canciones.

(Miguel) Tenemos la suerte de creer que en este disco hay varias canciones que podrían ser el single de presentación. Hay veces en las que un tema es especialmente llamativo o pegadizo. Otros entran mejor en una segunda o tercera escucha. El concepto single ahora mismo no es tan importante. En Internet aparece todo el material a la vez para todo el mundo.

¿Cómo surge la idea de quedaros con esta portada?

Cuando empezamos a pensar en el arte del disco teníamos una cosa clara: queríamos que reflejara el espíritu de las canciones nuevas, la nueva actitud de un grupo que, tras superar un pequeño bajón, un parón técnico obligatorio volvimos mogollón de contentos con canciones nuevas. Los temas eran más vitalistas, más positivos... Queríamos buscar un diseño menos frío que en los anteriores álbumes, con el que, en este momento de nuestra carrera, no nos sentíamos identificados. "Juanmi", que es un pintor manchego amigo nuestro, hizo una exposición, fui a verla y me encantó el cuadro, que es gigantesco por cierto. Le propuse la idea y encantado, me pasó un catálogo y nos quedamos con esta imagen. La portada cierra, de alguna forma, este álbum, es la última canción.

Es la primera vez que no hacéis once canciones en un disco.

No sé, la verdad que teníamos más canciones pero no han terminado cuajando. También es que a la gente le gusta mucho generalizar del tipo: "Miguel siempre utiliza zapatos blancos..." claro quillo, porque no tengo otros (Risas). No somos animales de costumbres, de hecho grabamos catorce canciones, y de esas, elegimos diez que fueron las que más nos convencieron. El vinilo tiene una canción más, mira.

Volviendo a la portada, me ha costado descifrarla. ¿Qué expresa exactamente para vosotros?

(Javier) La obra se llama Come Colores. Vemos una cabeza, con dos manos un poco exaltada y una maquinaria interna. Para nosotros representa un cúmulo de cosas que van a salir chorreando de esa cabeza, porque van a estallar.

(Miguel) Le veo mucha relación con nuestra música, hay muchas historias dentro de un conjunto. En toda la obra de Juanmi pasa lo mismo, detrás del potencial de los colores hay un montón de historias pequeñas, pequeños episodios en los que tienes que fijarte, están ahí y subyacen bajo un todo vitalista y orgánico. Lo relaciono por todas esas micro historias. En cada canción en sí misma hay pequeños relatos independientes. Además, la portada impacta mucho, visualmente y rompe con nuestra estética anterior.

¿Empezáis una nueva etapa con este disco como grupo?

(Javier) Para nosotros está siendo como empezar de cero. Grabamos este disco como si fuéramos principiantes, con muchas ganas. La manera de trabajar ha sido muy diferente a otras veces, me siento totalmente renovado.

(Miguel) 2008 para nosotros fue un año chungo. Tuvimos un parón técnico por cuestiones burocráticas. Cuando conseguimos por fin tener las riendas de nuestra carrera, recuperamos la ilusión también como creadores musicales, no como burócratas. Empezamos a hacer canciones nuevas y el proceso creativo se alargó mucho. Incluso hicimos una gira improvisada el año pasado en acústico con las canciones sin terminar, algunas letras ni siquiera eran definitivas. Teníamos muchas ganas de compartir ese proceso creativo con el público, ver qué reacción tenían. Queríamos hacer solo dos conciertos en Granada y en Sevilla, pero se corrió la voz y al final hicimos dieciocho.

(Javi) Tengo todas mis expectativas puestas en esta década.(Risas)

Colaboraste con Beni, vocalista de Igloo en su tema Sin Mentiras. ¿Cómo surge la idea?

(Miguel) Amistad, les conozco desde hace años a través de Fabián, nuestro técnico de sonido. Nos hicimos colegas, mantuvimos el contacto y el verano pasado me comentaron que estaban grabando un disco nuevo y me lo propusieron. Se vinieron a Sevilla a grabar mi voz y quedó bastante chulo el tema.

Me sorprendió porque el dúo se aleja en buena medida de lo que es Maga.

Claro, pero hay que tener en cuenta que es una canción suya. Lo hice por amistad y porque me gustan las colaboraciones. Siempre que me han llamado, he acudido. Si me gusta claro, si me llama un grupo horripilante, pues no. Con Xoel me pasó lo mismo, le conocí en Madrid, conectamos, solo iba a hacer unos coros, pero en el estudio te calientas, que si una estrofa que si no sé qué... y al final quedó muy bien.

¿Qué es lo que no te llamó la atención de Madrid para volver a cambiar de residencia?

De Madrid me llamaron la atención muchas cosas, de hecho tres años dan para mucho. El primero fue de rodaje y los dos siguientes propiamente de vivir. Lo que está claro es que si tienes un grupo, tienes que estar donde vive el grupo. Pensaba que una banda a distancia se puede llevar bien y funcionar, pero no es así. Se pierde el contacto diario, que este colega venga a mi casa, toque el telefonillo y “venga quillo, una cervecita”.

(Javier) Cuando Miguel vivía aquí teníamos canciones, bocetos y aprovechábamos todos los viajes. En enero de 2009 cuando se volvió en Sevilla fue todo muy fluido.

(Miguel) Por mucho que tengas Internet, que facilita mucho las cosas, no lo niego... no es lo mismo. Son experiencias, me ha servido mucho vivir en la gran ciudad para darme cuenta de que soy mas provinciano. Para ser moderadamente feliz tendría que vivir tres meses en cada ciudad. Cuando estoy en Sevilla me acuerdo del frío de Madrid, del ambiente por las calles, pero también me pasa a la inversa en Sevilla. Todos los sitios tienen sus virtudes y sus defectos.


- (Fotos: My Space de Maga)

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